¿Qué tienen en común melodramas japoneses de los 60´ con material de archivo sobre experimentos físicos a nivel escolar, o películas de propaganda anticomunista con films didácticos acerca de galaxias, estrellas y mediciones del tiempo? En apariencia nada, pero todos son una fictio, construcciones didácticas diseñadas para convencernos y aleccionarnos de lo que sea. Dividiendo la pantalla en dos, Hang-Jun Lee explora los límites del cine experimental los cuales son, por supuesto, inimaginables. O casi.